SENCILLITO
Tragos de amargo licor
Por ALBERTO RODRIGUEZ ROMERO
Esta semana, en tan sólo dos días acontecieron hechos que van a marcar el rumbo de la actual administración, porque las expectativas de esperanza aún siguen siendo muy altas, pero los obstáculos también se han presentado escandalosos. Anocheció el martes con la noticia que en redes sociales y medios de comunicación se convirtió en comidilla, trend topic dicen los millenials.
Un altísimo funcionario, subsecretario de Medio Ambiente, cometió tres errores muy graves, que de entrada, ya lo tienen en la mira de la Contraloría. Roberto Salinas Salinas, primero, aprovechando que el jefe del Estado se encontraba en un evento Nacional de Protección Civil, desde temprana hora estuvo bebiendo alcohol, pues a las 19 horas cometió un segundo error, manejó su vehículo oficial y chocó contra una unidad oficial del municipio.
Ahí cometió el tercer error, pues si se hubiera detenido y hablado con el funcionario municipal es seguro que ahí habría quedado todo. Pero no, huyó del lugar del accidente, influenciado por la alta ingesta de bebidas embriagantes, estrellándose contra una palmera y luego contra otro vehículo. Esto fue sobre el libramiento Naciones Unidas, una rúa que es de velocidad moderada pero rápida. Usted dirá que brincamos el segundo error, pero es el más grave, todos los funcionarios de ese nivel tienen asignado un chofer para que lo traslade, porque dada su alta investidura siempre debe estar libre para atender su encomienda en cualquier momento. ¿Dónde estaría bebiendo que no quiso que su chofer se enterara? ¿Porqué desde mediodía decidió beber en martes, día crucial de la semana en sus funciones?
Este miércoles hubo también enfrentamientos armados en Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. Hubo este miércoles también una reunión de gabinete, el tema fue leerles la cartilla de que no se iba a permitir errores como el del Subsecretario. Un tema tan sólo de imagen que no debería ni siquiera imaginarse tener de problema el Gobernador. Debe entender el casi ex funcionario público que con su actuación puso en una grave situación ante los tamaulipecos al jefe máximo, que deberá presentar su renuncia y mostrar los recibos de que va a pagar los daños causados al patrimonio estatal, al municipal y a particular. En los vientos de cambio también debe caber enfrentar con verdad los errores, aceptar que le falló al gobernador en su encomienda y decir a los tamaulipecos, “me mamé y ya me voy”.