¿Desbandada?

SENCILLITO
¿Desbandada?

Por ALBERTO RODRIGUEZ ROMERO

¿Usted sabe quién es Hans Pujenhaimer? Es un alemán que decidió venir a México a aprender español y que ante lo florido del lenguaje en toda la extensión de nuestro hermoso país, se queda anonadado. ¿Qué alguien me explique?, dice en tono gutural con acento alemán.
Sí, es el personaje de Eugenio Derbez que destaca la diferencia de una palabra en las distintas partes del país.
Bueno, así me encuentro ahora, desde hace unos días, viendo cómo todos están trabajando para que Morena se fortalezca en Tamaulipas.
Primero que nada, en el gobierno del cambio, la actitud pasiva hasta el momento en situaciones de violencia, de acciones y de obras, pues a cinco meses en el poder, en nada se ha avanzado, de hecho, aún siguen con sus recortes, pero no están buscando reforzar al partido azul.
De hecho, ante la indolencia (o impotencia) tricolor para establecer un liderazgo en Tamaulipas, este desorden está generando desbandada, y al ver que las opciones son mínimas, en el PAN no los quieren y el PRI descabezado, deshojan la margarita y cortan a los partidos que no van a crecer, como PRD, Panal, PT y todo el chiquitiaje.
Así, al ver que Andrés Manuel López Obrador va tomando fuerza, están empezando a refugiarse en Morena, incluso a quienes el partido tricolor les dio a manos llenas, como el caso de los ex diputados del Sur.
Mientras esto se da en el contexto estatal, ya surgieron dos cartas, una de un funcionario victorense que hace observaciones de la inoperancia que se asienta en el gobierno estatal y la respuesta de un funcionario foráneo (Reynosa o Tampico), que acusa de ardido y hasta bandido al quien la escribió.
Ambas son anónimas y son un claro reflejo de la realidad, los que se fueron saben hacer las cosas y las señalan, pues siempre han estado en el servicio público.
Los que llegan se defienden de que vienen de la Iniciativa Privada y quieren hacer las cosas perfectas.
Lo único que vemos los ciudadanos es cómo a causa de la violencia se está desmoronando entre los dedos como arena, las esperanzas de un cambio, porque a final de cuentas todo sigue igual, por eso, ¡Que alguien me explique!