Ay ojeras, que desvelo

RODRIGUEZ

SENCILLITO

Ay ojeras, que desvelo

Por ALBERTO RODRIGUEZ ROMERO

Tal como lo anunciamos, los cambios se vienen en cascada, aunque todo indica que serán regresando de vacaciones.
Por lo pronto ya se fue la que más problemas le ocasionó al gobernador, Lydia Madero, que dejó un polvorín en la Secretaría de Salud, todos enojados por sus prepotentes medidas y acciones.
Hay que recordar que no hay especialistas en algunos hospitales porque la “talentosa” quitó todas las compensaciones, y pues los sueldos en Gobierno, la verdad, no son la gran cosa.
Pero fueron muchas pifias y prepotencias las que llevaron al gobernador a darle las gracias, primero, anduvo de compras en camioneta oficial en McAllen, cuando el gobernador ya había cortado una cabeza por este motivo, es decir, se burló de su jefe descaradamente.
Pero no será la única, porque actualmente hay otros en capilla, que aunque no lo hacen tan abiertamente como esta licenciada, no han entendido que quien manda es el gobernador y lo han metido en graves problemas político, sociales y financieros.
Jesús Nader con tantos despidos injustificados, al igual que Rosario Garza, han incrementado en casi 150% las demandas laborales, y que deberán reponer en sus puestos a la mayoría porque no había elementos para el despido, tan sólo no ser de su partido.
El secretario de gobierno, César Verástegui debe poner atención en su cuadro de asesores, los amigos no son los mejores en esos puestos por dos razones, la primera es que nunca van a contradecirlo y la segunda es que no saben.
Sería muy raro que entre lunes y martes se vean movimientos, todos ahorita lo que quieren es ya descansar un poco el trajín. Pero regresando el 17 la guillotina estará aceitadita.
Por cierto, dijo Salvador Dalí que bien o mal, lo importante para él y para una persona pública es que hablen, incluso fue más allá, dijo que si hablaban mal era mejor, porque todo indicaba que estaba haciendo las cosas bien.
Pero a Glafiro Salinas parece que eso le vale poco y a veces ni eso, pues insiste en que debe aprobarse la ley mordaza para que no lo hagan quedar mal con su gente, comparando los sueldos que ganan.
Señor “diputado”, de verdad que se pasó de ojeras con tanta desvelada. Cuide la lengua, hace más daño que quedarse callado.

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