Los esfuerzos del pasado no lograron detener los programas de armas ilícitos y las pruebas nucleares y de misiles balísticos por parte de Corea del Norte. Con cada provocación, Corea del Norte atenta contra la estabilidad en Asia Nororiental y se genera una amenaza creciente a nuestros Aliados y al territorio estadounidense.
El intento de Corea del Norte de contar con armas nucleares es una amenaza urgente para la seguridad nacional y una de las máximas prioridades de política exterior. Al asumir la presidencia, el presidente Donald Trump dispuso una revisión exhaustiva de la política estadounidense relativa a la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Hoy, junto con el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Joe Dunford, informamos a los Miembros del Congreso sobre esta revisión. La estrategia del Presidente procura ejercer presión sobre Corea del Norte para que desmantele sus programas nucleares, de misiles balísticos y de proliferación, estableciendo sanciones económicas más rigurosas e impulsando medidas diplomáticas con nuestros Aliados y socios regionales.
Estamos instando a miembros responsables de la comunidad internacional a que intensifiquen las presiones sobre la RPDC, a fin de persuadir al régimen de que reduzca las tensiones y retome la senda del diálogo. Mantendremos nuestra estrecha coordinación y cooperación con nuestros Aliados, sobre todo la República de Corea y Japón, al tiempo que trabajamos conjuntamente para preservar la estabilidad y la prosperidad en la región.
Los Estados Unidos buscan la estabilidad y la desnuclearización pacífica de la península coreana. Seguimos abiertos a la posibilidad de negociaciones que permitan alcanzar esa meta. Sin embargo, nos mantenemos preparados para defendernos a nosotros y a nuestros Aliados.