SENCILLO
Violencia de género
Por ALBERTO RODRIGUEZ ROMERO
¿Porqué la barbarie sigue creciendo a pesar de la modernidad y la tecnología? ¿Porqué seguimos viendo cómo matan a nuestras mujeres y no hacemos nada?
Los feminicidios no son cosa nueva, desgraciadamente han sido una historia de violencia de género desde tiempos ancestrales.
El caso de Mara Fernanda volvió a encender los focos de alarma a nivel mundial, a tal grado que las movilizaciones en protesta se han hecho masivas en varias ciudades del país.
La empresa Facebook impulsa un marco para fotografía que dice NI UNA MENOS, con el signo femenino y en el círculo un puño cerrado, desde luego, en color rosa.
En la sociedad se ha polarizado el tema, por un lado, quienes culpan a las damas por su forma de vestir, hablar o comportarse, y por otro quienes culpan a las autoridades por no actuar con severidad para evitar estas acciones.
Ninguno tiene razón, el principal problema está en nosotros mismos, en casa, enseñando a los hijos hombres a comportarse para con las mujeres, a que tienen igualdad de derechos e igualdad de obligaciones, y a las mujeres a entender eso, como una bandera de libertad.
Platicando con una abogada mujer, me dice, eso de los feminicidios no es nuevo, sólo que ahora con tanta tecnología y comunicación, se dan cuenta de los actos.
Desgraciadamente lo sucedido en Puebla es tan sólo un ejemplo, en Tamaulipas la violencia entre los grupos delincuenciales acrecienta esta violencia de género, todos hemos escuchado de un caso cercano de una jovencita desaparecida.
De una chamaca que iba o salió de la escuela y no regresó. O que salió a una fiesta y nunca llegó.
Hay otro tipo de violencia hacia la mujer, fomentada por alguien de su mismo género, con represión, amenazas e incluso coerción.
Como dice el dicho, si quieres al indio conocer, dale poder, pues este transforma a quienes no están preparados para asumirlo. Vaya un abrazo solidario a Rosa Elena González quien denunció en su columna Vida Diaria, a una diputada, Elva Valles, de quien recibió todo tipo de amenazas e improperios. Con violencia no se va a cambiar un estado, no es el camino con la sociedad civil ni mucho menos con la prensa.