Día de la Libertad de Expresión, no hay nada que celebrar

A LA OPINION PÚBLICA

Día de la Libertad de Expresión, no hay nada que celebrar

En protesta por la barbarie que sufre el gremio periodístico, Hoy, no tenemos nada que celebrar.

Resulta vergonzoso que este día 7 de junio, se celebre el Día de la Libertad de Expresión como la instituyó en 1951 el entonces presidente Miguel Alemán Valdés.

México se ha transformado en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.

Este año el luto se vive en redacciones de Guerrero, Tabasco, Nuevo León, Veracruz y Tamaulipas, pero no hay moldes, los crímenes bien pudieran haber ocurrido en Chihuahua, Sinaloa, Coahuila, Michoacán, y muchos otros puntos del mapa donde la tragedia es recurrente.

Resulta por demás inconcebible que este año un periodista ha sido asesinado cada mes en promedio.

Ha sido tan frecuente la violencia en el país, que los reporteros temen por sus vidas por el solo hecho de salir a las calles a trabajar.

De nada han servido los gritos de “ya basta de impunidad”, “basta de corrupción”, “basta de gobiernos insensibles”, esa actitud pusilánime no los absuelve de ser responsables directos de este infame estado de cosas.

Sabedores que el derecho de pensamiento y la libre expresión de las ideas no es una magnánima concesión gubernamental, ésta conquista se ve pisoteada por las armas de criminales que son solapados por las autoridades encargadas de aplicar justicia.

Mucha sangre se ha derramado en México por el ejercicio de la libertad de pensamiento o de expresión, porque recordemos que los hermanos Flores Magón combatieron, a través del periodismo la dictadura de Porfirio Díaz desde principios del siglo XX.

A más de 100 años, se repite la historia, las balas tratan de restringir el derecho de expresión que solamente sabemos que existe porque aparece en nuestra Constitución.

Hoy no tenemos nada que celebrar!!!

Periodistas Veteranos de Nuevo Laredo

Nuevo Laredo, Tamaulipas. Jueves 7 de junio de 2018.

Responsables de la publicación:

Edmundo Zapata Molina  y Francisco Fernández Serrano