Inocencia perdida

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SENCILLITO
Inocencia perdida

Por ALBERTO RODRIGUEZ ROMERO

“Si las gotas de lluvia fueran de caramelo, me encantaría estar ahí”… así, la maestra Martha Rivera Alanís, tranquilizó a sus alumnos del jardín de niños Alfonso Reyes, en La Estanzuela, mientras afuera de la escuela, una balacera se desarrollaba. Fue en 2010 y tuvimos la esperanza de que fuera un hecho aislado y se mantuviera lejos de los planteles escolares.
Ese acontecimiento fue muy famoso por el video que circuló en las redes sociales y en los medios de comunicación.
De ese 23 de mayo a la fecha, hemos vivido peores tragedias, plagios, asesinatos y balaceras en muchas escuelas de Tamaulipas, sobre todo en las de educación media superior, con casos muy sonados, en Victoria, en Reynosa, en Nuevo Laredo, en Matamoros, en Tampico, en Madero… en todas partes, pero acallados por el gobierno y olvidados con el tiempo.
Pero era una violencia ligada al crimen organizado, a grupos delictivos que incitaban a los jóvenes a integrarse a sus “equipos”, haciéndoles sentir poderosos, aunque nada más lejano de la realidad.
Tamaulipas siempre ha sido vinculado a la violencia, desgraciadamente los hechos lo justifican, pero aún no recuerdo una tragedia como la que vivió la mañana de este miércoles Monterrey, más bien Nuevo León.
En una red social llamada comunidad Hook, un jovencito con problemas de depresión, anunció que iría al día siguiente a su escuela, Colegio Americano del Noreste, con su pistola. Le avisó por whatsapp a dos compañeros, de hecho les dijo que mejor no fueran porque iba a realizar una masacre y se suicidaría en vivo… y lo cumplió.
Un niño de 14, una niña de 15 y una maestra de 24 años, están muy graves con un tiro en la cabeza. Otro menor está fuera de peligro con un balazo en un brazo. El agresor logró su cometido, una masacre en su salón y suicidarse en vivo.
Un video del circuito cerrado de la escuela, fue virulizado en las redes sociales y telefónicas, pero es ahí donde surgen muchas preguntas.
¿Quién enseñó a disparar a este jovencito? Porque fue muy certero en sus disparos.
¿Quién le enseñó a cargar el arma? Porque vacía el cargador y vuelve a recargar para suicidarse.
¿Porqué no alertaron sus compañeros de esta decisión? Los jovencitos que estaban de pie a los que nunca siquiera les apuntó.
Y por último, la pregunta que más consterna por el morbo, el dolo y la estupidez es, ¿Quién soltó el video?
Regresarán los operativos mochila, ahora no habrá protesta que lo frene, pero seguimos en México tapando el pozo cuando el niño ya asesinó.

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