Respeto, la clave de nuestra fuerza

SENCILLITO
Respeto, la clave de nuestra fuerza

Por ALBERTO RODRIGUEZ ROMERO

Albert Einstein, además de ser un gran físico, tenía un raciocinio muy peculiar de su entorno social. Una de sus frases célebres, “El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad”, queda como anillo al dedo a los tiempos que vivimos.
Que conste que no estamos en contra de los sentimientos de los mexicanos en estos momentos álgidos en la relación con Estados Unidos, más bien, estamos olvidando el punto central que debemos aplicar para ser un mejor país.
Es hacia el interior donde debemos reforzarnos, en el trato diario, en el convivir con nuestros semejantes.
¿Cuántas veces no hemos sido testigos de actitudes de irrespeto hacia nosotros? ¿Cuántas veces no hemos sido irrespetuoso con los demás?
Ejemplos hay muchos, desgraciadamente, uno que se ha vuelto cotidiano, más bien todos son cotidianos ya, es cuando estamos haciendo alto en un semáforo, nos toca verde y se puso el alto donde venía una patrulla, prenden la torreta y el pato, tan sólo para no hacer alto, pues pasando el crucero apagan las señales de emergencia y siguen como si nada.
O civiles que manejan encima de los demás y pitando, cuando no hay ninguna prisa.
O los que invaden los estacionamientos para discapacitados, más por pereza, algunos por prepotentes.
Cuando aprendamos a respetarnos, nuestra fuerza se multiplicará internacionalmente, sabrán que somos un país ordenado. Pero desgraciadamente tenemos que esperar a que nos griten e insulten para sacar la casta, aunque sea una estrategia internacional para mover los hilos de México.
El respeto aumentará la unidad, aunque pensemos diferente.
En otro tema, quiero comentarles de la excelente actuación del Ejército Mexicano, de la Policía Federal, Fuerza Tamaulipas y de la Procuraduría General de Justicia, el pasado domingo realizaron un evento de convivencia familiar.
Querían demostrar el lado humano de las fuerzas armadas, especialmente, y fue un éxito.