A sus 37 años de edad, María Aracely Rodríguez Tello nunca había trabajado, su economía dependía completamente de su esposo, y vivía para atenderlo a él y a sus hijos.
Un día salió de su casa decidida, fue directamente al Centro para el Desarrollo Integral de la Familia -CEDIF- número 2, del Sistema DIF Municipal, se inscribió en el curso de Belleza, y no faltó ni un solo día a clases.
“Nunca trabajé ni salía de mi casa, era estar nada más ahí en mi casa; venir aquí es algo bien diferente, me gustó, nunca falté, ni una falta desde que entré hasta que salí, era una necesidad”, expresó.
Por recomendación de la maestra, aplicó para un programa federal que le envió el mobiliario necesario para instalar su estética. De esta manera, el 10 de mayo de este año, como regalo del Día de las Madres, empezó a atender en su propio Salón de Belleza instalado en su domicilio, en la Colonia Buenos Aires.
Y así, por primera vez en su vida, a los 37 años de edad, María Aracely Rodríguez Tello supo lo que era tener ingresos propios, producto de su esfuerzo y capacidad.
“Es algo agradable porque nunca tenía dinero mío, solo lo que me daba mi esposo y no más, y es una entrada extra para lo que nos hace falta, darnos un gustito mis niños y yo”, mencionó.
En su salón ofrece todos los servicios que aprendió en el curso del CEDIF, como cortar cabello, aplicación de uñas, maquillaje y tintes, entre otros.
Su mayor alegría es que sus hijos se sienten orgullosos de ella, y su hija ya quiere ingresar a estudiar también al CEDIF.