Déficit de policías, superávit de sangre

                                                                                   

C R O N I C A S   P O L I T I C A S

     Déficit de policías, superávit de sangre

     Por Alberto Guerra Salazar

CIUDAD VICTORIA, (ASI).— Mario Soria Landero cobra en el gobierno del Estado como contralor, la dependencia encargada de impedir que se cometan irregularidades en el manejo de los recursos públicos. Mantiene abierta desde hace tres años, una investigación por un fraude descubierto, por un monto de mil trescientos millones de pesos.

“El asunto es muy complejo, de desentrañar”, dijo Mario como explicación, a los periodistas que lo acorralaron con el tema. Es mentira. El asunto es muy simple. Egidio Torre Cantú descontó esa fortuna en sueldos de la burocracia, como aportación al Instituto de Previsión y Seguridad Social, pero no entregó el dinero.

El asunto es complejo, ciertamente, porque pone en un dilema al gobierno del Estado, panista, que hizo un pacto con Egidio, para que aflojara el cuerpecito (y al PRI, también) a cambio de impunidad, equivalente al borrón y cuenta nueva.

La disyuntiva es: enjuiciar a Torre por el delito de peculado o como quiera que le quieran llamar, o bien, lo que es lo correcta, que el gobierno de los vientos del cambio entregue al IPSSET los mil trescientos millones de pesos escamoteados, para saldar la cuenta y colorín colorado.

Enjuiciar a Torre significa romper el pacto con el PAN-gobierno, pues el ex Gobernador se sentiría liberado del compromiso de seguir maniatando al PRI, como lo ha hecho para que no les signifique competencia política en tiempos de elecciones.

Enjuiciar o pagar, esa es la cuestión. A la vista del reacomodo de las piezas políticas, a lo mejor ya no le resulta atractivo al PAN-gobierno mantener postrado al PRI, sobre todo por lo que les ha costado encarrilar hacia su establo a MORENA.

Pero no pueden cometer el error de menospreciar a un enemigo pequeño, sobre todo ahora que Edgar Malhem Salinas se encamina hacia la presidencia del PRI, pues lleva todas las ganas del mundo de auto-recomponerlo, para lo que se ofrezca en el futuro inmediato.

El tema del desfalco en el IPSSET reclama atención y solución perentoria, porque los ojos de la federación voltean con mayor insistencia hacia las finanzas tamaulipecas, para atisbar hasta el límite de su competencia, sobre los manejos institucionales.

Además, los periódicos del Grupo Reforma usaron ese tema en su columna oficial de ayer, lo que no es desdeñable, habida cuenta que la Secretaría de Gobernación y otras, tienen puestas sus antenitas en esas tribunas.

Otro asunto de relevancia nacional que manejó la prensa, es la declaración del diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la estratégica comisión de presupuesto y cuenta pública, que revista la iniciativa presidencial de ley de ingresos 2020.

Anunció el representante popular de MORENA, que harán ajustes a todos los números del paquete fiscal, debido a que existe un déficit de 80 mil millones de pesos, y deben sacarlos de algún lugar para poder fondear los programas diseñados.

Agregó el diputado que la gratuidad de la educación que imparte el gobierno, ahora hasta el nivel universitario, el rubro de seguridad pública, el mantenimiento y crecimiento de la Guardia Nacional, y otros, contemplan gastos pero no el recurso para solventarlos.

Aquí es donde los Gobernadores, los presidentes municipales y los propios diputados federales, ajenos a esa comisión, deben hacer su trabajo y presentar proyectos que se alineen en esos conceptos, para ser tomados en cuenta en el rediseño del presupuesto.

Porque no basta con vociferar, fanfarronear, asustar con el petate del muerto, reclamando a grito pelado más recursos, sino que se debe negociar, dialogar, concertar, en lo cortito, en la Ciudad de México, para conseguir ser escuchados y atendidos.

Todo lo demás es fantochería, pagar dinero para crearse la imagen de rebelde, duro, exigente. Eso no sirve de nada.

Allí está ahora la oportunidad, la puerta abierta, el resquicio buscado, la coyuntura afortunada, el tiempo de actuar, pero con pericia, con proyectos ejecutivos redondeados, con inteligencia. Es mucho pedir, pero a la ocasión la pintan calva.

En asuntos políticos, Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, también está contra las cuerdas, pues Egidio y su pandilla exigen que la elección para renovar al PRI tamaulipeco se haga en consulta abierta, a la base, y los ex presidentes reclaman asamblea de delegados.

La convocatoria para elegir a la nueva mesa directiva debía emitirse hoy, pero demorará cuando menos otra quincena, mientras se ponen de acuerdo. Egidio perdió el control del consejo político estatal y no quiere que le den una sopa de su propio chocolate.

El riesgo es que Alito caiga en la tentación de optar por una tercera alternativa, que es el dedazo. Ya lo hizo con el liderazgo nacional juvenil. Como los contendientes no se pusieron de acuerdo, les impuso a un tercero en discordia.

Están peor en MORENA. El domingo hubo asambleas distritales para elegir consejeros, pero hubo acarreos, compra de votos, violencia física y verbal y mano negra, bueno, mano azul.

El lunes se produjo un coro de sospechosa unanimidad que proclamó a la señora Bertha Luján y al presidente municipal de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion, como los ganadores absolutos del torneo de votos y hasta los anunciaron como dueños de la próxima directiva estatal de ese partido.

El senador Alejandro Rojas Díaz Durán, suplente de Ricardo Monreal Avila, envió a sus simpatizantes de Tamaulipas, otro mensaje de denuncia, ahora contra operadores del gobierno estatal, panista, de quienes dice que ya traen en la bolsa sus “conchitas de chocolate”.

Habla de esas piezas de pan para equipararlas con falsos morenistas, porque dice que encima son prietos como el chocolate, pero por dentro, ¡puro PAN!, y no habla con metáforas cuando afirma que se han vendido por dinero azul.

Alejandro es candidato a la presidencia nacional de MORENA y acusa a Yeidckol, Bertha y a Mario Delgado, de hacerse de la vista gorda frente a los abusos y excesos que cometen contra la ciudadanía, los funcionarios de los vientos del cambio.

En Nuevo Laredo, el joven editor Ramón Cantú Deandar, ex candidato a presidente municipal, fue echado a empellones de la sede donde ocurrió la asamblea distrital. Acusó a Gastón Herrera de usar a porros para adueñarse del evento. “Está vendido a Enrique Rivas Cuéllar”, dijo.

En Ciudad Victoria, la aplanadora hizo ganar a los hermanos Oyervides con exceso de votos (rudeza innecesaria, diríamos), ridiculizando a otros aspirantes, Eduardo Gattás y el senador suplente Faustino López, con 28 y 41 votos, respectivamente.

Cambiamos de rumbo para referir que el Presidente de la República AMLO dedicó su conferencia mañanera de ayer al tema de la seguridad pública y su Secretario del ramo, Alfonso Durazo Montaño, reveló que Tamaulipas tiene el déficit más alts de policías a nivel nacional.

Además, nuestro Estado es el único en México, que no tiene policía municipal. La policía estatal está mal preparada, mal equipada, proclive a las malas acciones. Faltan 7,929 de ellos por contratar.

Ayer en Reynosa, los cuerpos de tres jóvenes asesinados a balazos fueron abandonados en las cercanías del hospital del IMSS de la carretera a San Fernando. Estaban esposados y con huellas de torturas.

También ayer, se descubrió el cadáver de un profesor identificado como director municipal de deportes en el municipio de Llera; estaba a un lado del rio, semi-calcinado. Otras versiones hablan de que había otros dos cuerpos inertes, de mujeres. El gobierno no da información.   

Correo electrónico:albertoguerra65@hotmail.com

  

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